La Teoría del Mate

Entiéndase por "Rugbier" a aquel individuo que por praticar el deporte que lo nombra se vuelve un especimen característico en su especie. Dicho de ese modo, esto no refiere a aquel ser que siemplemente juega al rugby, sino al que lo considera un estilo de vida, al estereotipo, nuevamente aclaro, nos referimos. De todas formas no se puede negar que todo aquel que participe de alguna forma en esta idea de Ser un Rugbier, se verá involucrado en la misma medida en la siguiente generalización.

En cuanto a la relación día a día con el mate. El Rugbier a menudo no toma mate y si acaso lo hace, lo hace para cancherear y en público, el clásico y conocido tomador social. Esta conducta puede identificarse de manera inmediata en la sexualidad del individuo que se vuelve un desconocido ante su sexualidad o el bien llamado "mucho ruido y pocas nueces". Decir que un rugbier desconoce su sexualidad (y sobre todo la de su partener) no significa negar la posibilidad de que este puede tener relaciones. Se entiende este desconocimiento como una conducta instintiva, simple, abrupta, casi unicamente vital y no como una que requiere de su cuidado y atención.

Lo mismo podemos aplicar al preparado y atención de temperaturas. Traducido en algo muy común de este sujeto: la brusca penetración sin una preocupación por el adecuado precalentamiento del contrincante; y también en la ausencia de tacto y de la atención frente a la lubricación que facilita y conduce al placer sexual.

Sin embargo mucho Rugbier a pesar de esta brutalidad y torpeza característica que cabe señalar, en esa misma ignorancia ya presentada, hace una elección...
El Rugbier que elige tomar mate dulce, dado que no comprende el original mate amargo nos define a una criatura incapacitada, por los propios impedimentos, de tener una sexualidad plena. Deficiente para disfrutar de un verdadero sabor que tiene la necesidad de la sensibilidad, endulza la infusión representando con este acto su deseo irrebatible de conseguir a aquella chica para toda la vida, la intocable, la perfecta, aquella con la cual la sexualidad pase a un segundo plano y olvidar el tibio sabor del mate, para empalagar un con un cpoo de azucar aquello que no puede aprender a disfrutar.

• 
• 
• 
• 
•